Queda ya menos de una semana para que se termine el 2.012, y puedo decir que ha sido un año muy movido, aunque está cerrando mucho más difícil de lo que aparentaba.
El 2.012 ha sido un año de muchos cambios interesantes, que sin embargo han traído muchos retos. En la familia aparecen nuevos retos, que me recuerdan lo importante que es disfrutar cada momento de buena salud con los míos. El Néstor de 2.012 no será el mismo que el del 2.032, y debo aprovechar a quienes tengo cerca hoy, y hacer las cosas que puedo hacer en este momento. Más importante, debo disfrutar de aquellos que se que no estarán conmigo dentro de 20 años.
En lo personal, el 2.012 me deja claro que debo ser mucho más decidido respecto a mis metas. Las oportunidades se presentan una sola vez, y son un ticket no convertible, no transferible y no reembolsable. La oportunidad que dejé pasar, estoy seguro, no era una que deseara desperdiciar. Al final del día, a lo hecho pecho y salgamos a buscar lo nuevo que depara la vida.
Respecto al Grupo. La responsabilidad que tomé, como coordinador de operaciones es más que vital en este momento, donde el 2.012 nos dejó un año un poco flojo en lo que a rescates respecta. Tenemos que buscar reactivar ese espíritu que nos llevó a cada uno de nosotros a entrenar y a formarnos por 8 meses, para salir a marcar una pequeña diferencia mañana.
Espero el 2.013 cristalice muchos nuevos proyectos, que estaré plasmado esta próxima semana por acá.
Es curioso como siempre vuelvo a acá cuando mi cabeza se encuentra más inquieta.