Hola,
te ví furtivamente y me enamoré de tí.
Te evité y tuve miedo,
tu grandeza me asustó y me recordo lo pequeño que soy.
Volví a verte,
la curiosidad me venció y volví a pensar en tí.
Te admiré,
tu sabiduría no es gratis, los años te la dieron.
Me acerqué y te olí,
soñe contigo y en conquistarte. Mucho me falta todavía.
Pensé en tí,
no importa el tiempo, tu estarás ahí.
Prometí volver,
mayor, mejor preparado y con todas estas ganas de unirme a tí.
Adios Humboldt. Hasta pronto.
Una cumbre, una persona y un reto. Amor a la naturaleza, a la montaña y a Venezuela. Caminemos juntos.
domingo, 17 de abril de 2011
sábado, 16 de abril de 2011
Gracias Pachamama
Bellos días nos diste gran madre. En tu seno tuvimos cobijo para nuestro ser, alimento para nuestro espíritu y agua para nuestros cuerpos. Tu energía matutina nos dio fuerzas para seguir. Tu arrullo nocturno nos dio la paz para descansar los pies agotados.
Gracias por recordarnos que aunque todo amorosamente nos das, también todo nos puedes quitar. Gracias por el agua y el frío que nos recuerdan que seguimos vivos. Que hay que seguir y no olvidar el goce de tu belleza.
Tus paisajes nos recuerdan lo transitorios que somos. Tus milenarias rocas nos recuerdan que primera fuiste y última serás. Tus ríos, que tiempo es capaz de cambiarlo todo. El tiempo es infinito y hasta para perdonar es suficiente. Tus selvas son imagen de tu gran fuerza y tu energía. Todo lo puedes, todo lo permites.
Te pido madre disculpas por el daño que te hacemos cada día. Hoy soy el hijo prodigo que te agradece tus bendiciones y lamenta los pesares que te causo. Gracias por acogernos una vez más en tí.
Hoy vuelvo a mi casa (tu eres mi hogar). No me olvido de ti. Pronto volveré para recuperar mis energías, drenar mis pesares y dormir en tus brazos.
Gracias madre.
“Una casa hay en alquiler donde el dueño no cobra renta. Sin embargo; nadie lamenta de su mal uso por doquier. Que insensatos han de cometer, es nuestra pachamama bondadosa. Gea o Gaia en honor a viva diosa. Aire, agua y energía nos regala. Y a sus afrentas, de perdón hace gala, devolviendo por cada insulto, una rosa.”
Suscribirse a:
Entradas (Atom)